Los Dolomitas, situados al NE de Italia son un conjunto de montañas declaradas Patrimonio de la Humanidad en el año 2009 y no constituyen una cordillera al estilo tradicional sino que son un conjunto de grupos montañosos (Sella, Marmolada, Sassolungo, Catinaccio, Tofanas etc) con una identidad geológica propia (descubierta por Deodat de Dolomieu y de ahí su nombre), separados por valles, ciudades, lagos vías de comunicación etc., donde el conjunto de alguno de esos grupos se identifican a su vez a su vez como Dolomitas de Agordo, Dolomitas de Sexto etc. En la foto podéis haceros una idea de lo que digo y en ella con tres flechas quiero señalar y de izquierda a derecha, nuestro asentamiento al pie de la Marmolada (en Malga Ciapella), la localidad de Cortina d’Ampezo y el Parque Nacional de Tre Cime (El Lavaredo) donde se desarrolla nuestra actividad. Fijaros que al Norte de este parque se sitúa la localidad de Sesto.

Entre el conjunto de actividades programadas para estas jornadas dolomíticas hoy le tocaba al Monte Paterno, un excelente mirador panorámico de Las Tres Cimas de Lavaredo y uno de los paisajes más bellos que podemos encontrar en Dolomitas, a pesar de que en estas montañas es difícil elegir entre tantos. Para llegar debemos acercarnos hasta Cortina d’Ampezzo, luego a Misurina y previo pago de un peaje por cada vehículo que accede al parque, llegar hasta el refugio Auronzo desde donde comenzaremos a caminar. En esta foto, una vez iniciada la aproximación, vemos como nos vamos alejando de él.

La vía elegida es la ferrata Luca Innerkofler bastante popular y asequible, con una dificultad media que facilita la actividad en grupo (debidamente equipados y con cierta experiencia) en un entorno geológico extraordinario y con una estética que se quedará para siempre en nuestras retinas. Ya adelanto que esa curiosa combinación entre un nombre italiano y otro más bien centroeuropeo llamó mucho mi atención y despertó mi curiosidad, que solo se verá saciada un mes más tarde al tener libre acceso a Internet y descubrir la historia que encierra y que intentaré plasmar de forma somera en este reportaje.
Salimos del Refugio Auronzo (2.320 m) y caminamos por una pista muy concurrida (tanto como el Cares en agosto) pero que ofrece grandes vistas como el Cristallo que aparece al fondo

Parece que Mónica se ha convertido de forma natural en la guía, aunque la mayoría de estos caminantes no irán más allá del Refugio Locatelli que se encuentra a algo más de 1 hora de camino.

A nuestra izquierda (Norte) vamos dejando las tres cimas del Lavaredo. A la vuelta las tendremos al Sur.

y nos acercamos al Refugio Lavaredo (2.344 m) mientras vemos al frente la Croda de Passaporto y a su izquierda nuestro objetivo, el Paterno (2.744 m), adivinándose entre las dos una forcella (collado) por el que pasaremos al regreso. Ahora vamos a girar hacia el collado que se ve a nuestra izquierda.

Para acercarnos a la Forcella del Lavaredo

Que nos abre esta perspectiva de las cimas

Para mostrar hacia donde vamos, voy a aprovechar “un robado” con esta fotografía. Ahora nosotros estamos en A y por la senda marcada nos dirigiremos a B donde, después de unos momentos de relax, nos prepararemos con el material adecuado para iniciar la subida hasta C que es la Forcella Camoscio y desde allí, hacer cumbre en el Paterno

La mayoría de la gente con la que iniciamos la ruta va hasta el Locatelli que vemos al fondo o bien da la vuelta por el N rodeando las cumbres, pero nosotros no queremos perder altura y seguimos por una senda más alta

Una vista atrás

Ahora el refugio está más cerca y en su pared lateral se puede leer “A. Locatelli – S. Innerkofler” (una S no la L de Luca) por lo que mi curiosidad inicial se acrecienta e incluso me hace suponer que Luca e Innerkofler eran dos personas distintas, pero en este momento solo eran meras conjeturas. Lejos estaba de averiguar que me encontraría con un suceso histórico muy debatido y comentado en su momento, que “hace frontera entre el mito, la leyenda y la historia del alpinismo”, palabras que no nacen de un exceso retórico propio, sino que están extraidas de la relativamente abundante información que se puede encontrar.
Por cierto, detrás del refugio y en primer término el Sasso di Sesto (en la madrugada del 4 de julio de 1915 una persona se encontraba en ese lugar…. con el corazón en un puño) y más atrás las Torres de Toblin.

Mientras tanto nosotros llegábamos al punto en donde teníamos que ponernos el material dispuestos a afrontar el Paterno con una alineación de lujo: Por el flanco izquierdo, Tomás (el de la iniciativa), Joaquín, Mónica y por el ala derecha la línea ¾ de los Ix (faltaba Dianix), Amparix, Félix, Aidix.

Como quiero terminar esta historia paralela a nuestra subiba, justo en el momento de hacer cumbre, tengo que continuar dando datos. Efectivamente, ¡eran dos!, Luca se llamaba Piero di Luca y al final veremos cual es su corto papel en la historia, Innerkofler se llamaba Sepp que es sobre quien más se ha escrito y el verdadero protagonista, así que como tal, se merece al menos una mínima biografía: Había nacido el 28-10-1865 en Sesto, en el Tirol del Sur, perteneciente en ese momento al imperio Austro-Húngaro, se acreditó como guía alpino en 1890, regentando durante bastantes años el refugio Dreizinnen (abierto en 1898 y muy famoso en los Dolomitas hasta su destrucción en 1915), que era el antecesor del actual refugio Locatelli y entre sus méritos deportivos destaca la ascensión en julio de 1890 a la Cima Picola del Lavaredo(2.857 m) considerada en su momento una proeza inalcanzable. Ya retirado de su actividad como guía, se estableció en Sesto y en 1908 construyó un hotel en su localidad natal convirtiéndose en unos de los hombres más acomodados del valle. En esta fusión de dos fotos podemos verle en una placa conmemorativa y en un retrato

Amparix a pesar de disfrutar de su postura preferida en el monte no puede evitar tener erguida la cabeza para admirar lo que tiene delante

Un nuevo “robado” para apreciar el panorama. Foto de Internet sacada desde el Locatelli

Por muestras de satisfacción que no quede

Iniciamos la ruta y Tomás se adelanta para llegar a esa formación rocosa que por algo la llaman la Salchicha Francoforte

Nos metemos dentro de la roca, la primera parte se hace dentro de una impresionante galería

Mientras subes no puedes dejar de pensar en quienes la hicieron, ni en que condiciones, …. ni en las guerras.


Salimos al exterior y vemos la armadura que permite continuar la aproximación

Al fondo van quedando el Locatelli, el Sasso di Sesto y la Torre Tolbin (aquí ya no aparecen tan pegadas). Vemos tambien el Lago di Piani

Aparece la nieve, no llevamos pinchos y siempre te queda la duda de cómo estará más arriba
