La nueva aventura nos lleva, de nuevo, a los confines del macizo central, a esas paredes que ocultas por su lejanía y por su inaccesibilidad, nos ponen en la piel de aquellos montañeros aperturistas que recorrieron todos estos lugares dejando su sello en vías meritorias, no sólo por su dificultad, sino por esa pasión de descubrir, de soñar con nuevas experiencias, con nuevos retos.
Vivir estos retos y estas experiencias, como en su día las vivieron ellos por estos salvajes lugares, son los que me hacen buscar vías distintas, caminos perdidos y ascensiones poco repetidas, como seguramente sea esta que nos ocupa, la chimenea Sur de la Torre Blanca.
La chimenea Sur nos deposita después de unos 200 metros de vertiginosa ascensión en la arista Torre Blanca – Torre Sin Nombre para inmediatamente cabalgarla dirección de la panorámica cima.
Os dejo unas fotucas que espero sean de vuestro agrado. Un saludo.
Bonita vista de Torre Blanca y su chimenea sur, foto que me animó a adentrarme por esa hermosa ladera sur.

El penoso acercamiento por la collada ancha, nos deleita con la hermosa vista de este circo sur que forman la Torre de la Collada Ancha y la Torre de las Minas de Carbón. Las más altas montañas del macizo se presentan ante nosotros, Torre Blanca, Torre Sin Nombre, Tiro Tirso.

La hermosa pared Sur de Torre Blanca nos hace prever la oculta chimenea que parte del pequeño nevero que a su pie queda.

Dejando atrás la Torre de la Collada Ancha, oteada al fondo por la Torre de Salinas y el hermoso espolón Oeste de la Torre del Hoyo de Liordes, que tan buenos recuerdos me trae y que además ascendí con, mi hoy compañero de fatigas, Santi.

La penosa aproximación por finas pedreras nos hace recular en nuestros pensamientos de aventura, sin embargo su esbelta y sobrecogedora pared nos anima a acercarnos a ella.

La espectacular chimenea se presenta de manera íntegra ante nosotros.


Mientras la Torre de la Collada Ancha se va despidiendo de nosotros.

Comenzando la vía, en la cual se encuentra algún que otro bonito y juguetón bloque empotrado.


La chimenea, en este segundo largo se abre, dejándonos trepar por preciosas llambrias de extraordinaria caliza.

En el siguiente largo comienzan las verdaderas hostilidades, la chimenea comienza a apretar con verticales paredes.


Que a la vez que ascendemos nos ofrecen hermosas vistas, en este caso del cercano Tiro Llago.

El anteúltimo largo se complica sobremanera, ya que la chimenea se extraploma, obligándonos a escalar sin mochilas, e izarlas por las lisas paredes posteriormente.






El último largo ya más fácil, nos acerca de nuevo por preciosas llambrias, dándonos vista ya, a la arista que nos conducirá a la cima de Torre Blanca.




El día nos deleita con las maravillosas panorámicas que desde aquí se tiene del resto del macizo. Con el Picu ensombrecido, pero desde luego no por su hermosura.

La Torre Sin Nombre y el Llambrión.

El más alto, el Torrecerredo.

Cabalgando por la imponente arista, camino de la ya deseada cumbre.

