Torre de las Tres Marías Norte: Rescatada del olvido
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Torre de las Tres Marías Norte: Rescatada del olvido
El confinamiento nos cerró las puertas al exterior pero a la vez nos abrió nuevas puertas al interior. En nuestra mente y también en nuestra imaginación tuvieron lugar todos aquellos viajes y planes que quedaron en suspenso a la espera de que llegara la nueva normalidad con la que intentamos convivir ahora.
En esos días, extraños y desconocidos para todos, surgió un proyecto que nos ayudó a seguir conectados a nuestras montañas y a seguir con las puertas, por lo menos las de nuestra imaginación, más abiertas que nunca. Y por fin, después de este obligado encierro, la criatura salió a la luz y el proyecto de dosmiles de Picos de Europa ya está publicado en este foro: Enlace a Dosmiles de Picos
Cuando por fin ya pudimos cruzar el umbral de aquel penoso encierro, nuestra motivación más acuciante fue la de tratar de ascender algunos de aquellos dosmiles que fuimos descubriendo y conociendo a través de pantallas de ordenador, de mapas y de releer viejos libros ya casi olvidados.
El primero que quisimos tachar de nuestra lista de pendientes fue la Torre de las Tres Marías Norte, 2.349 m (en este enlace podéis documentaros sobre ella): Torre de Las Tres Marías Norte
Un pico ignorado y olvidado de manera incomprensible al que hemos querido rescatar del olvido (en este otro enlace encontraréis la argumentación del porqué de su topónimo): Torres de Las Tres Marías. Argumentación
Sabíamos que la aproximación iba a ser larga y que luego nos deparaba la incertidumbre de acometer su vía de ascenso. Encontramos pocas referencias y coincidían en catalogar los pasos claves de II grado.
Y con la mochila cargada más de ganas que de certezas, salimos de Pandecarmen con Helio a las 8:00 h de un viernes en el que la predicción de las temperaturas no era muy alta. Los tres no llevábamos el mismo destino final. Nosotros volveríamos de nuevo a casa pero Helio llevaba equipaje para pernoctar en Vega Huerta y apuntarse otros dosmiles más de nuestra recién estrenada lista.
La temperatura fresca nos dio impulso suficiente para llegar apenas sin esfuerzo hasta el Mosquil de Cebolleda. Para evitar perder altura,continuamos por el sendero que va hasta la Hda. Santa María y en el momento en que éste empieza a subir, nos desviamos a la derecha por una zona de llambrias hacia la Horcada del Alba, al lado de la Torrezuela.
Desde la Horcada del Alba seguiremos por una espectacular vira, que en algún sube y baja con alguna trepada incluida, nos va a llevar hasta el pedrero situado en la base de la Torre de las Tres Marías Norte. Esta vira se suele utilizar para ascender al Torco desde esta vertiente. No es problemática pero sí muy expuesta por lo que no hay que distraerse en ningún momento… la vertiginosa caída al Jou de Pozas está siempre al acecho. Una vez que llegamos al punto donde hay que abandonar la vira para llegar al pedrero que discurre entre la Torre de Enmedio y la T. de las Tres Marías Norte nos damos cuenta de que unas llambrias nos separan del mismo.
Se superan sin ningún problema con un poco de cuidado. Ya estamos en el pedrero. Muchas dudas nos asaltan mirando las dos aristas del pico. El acceso a la horcada de la derecha, entre la T. de las Tres Marías Norte y la Torre de la Tres Marías Central, es poco visible desde donde estamos. Hay un resalte acuevado por debajo de horcada que nos hace desconfiar de esta opción y decidimos ir hacia la arista de la izquierda atraídos por la cómoda horcada que se abría entre la Torre de Enmedio y la María Norte. Una vez en la horcada, admiramos la impresionante vertiente hacia el Jou Santu. Pero también nos replegamos ante la visión de la arista que lleva hasta la cumbre y que no nos da ninguna tranquilidad. La empicorotada cima y su intuido acceso por la vertiente del Jou Santu ya nos estaba avisando de que la exposición iba a ser nuestra compañera sí o sí. Pero como los caminos en Picos son a veces sorprendentes e incluso llegan a ser acogedores cuando menos te lo esperas, después de casi cuatro horas hasta llegar aquí no íbamos a tirar la toalla rápidamente y confiábamos en que alguna grieta, alguna repisa oculta que nos protegiera de la vertiginosidad de la caída al Jou Santu y nos facilitara el camino a la cumbre.
Decidimos ir hacia una pequeña “campera” colgada sobre el vacío. LLegamos hasta un punto en que el retorno iba a ser muy complicado si progresábamos más arriba. La línea amarilla indica nuestro intento y la línea roja otra posible opción que no llegamos a comprobar y ambas nos parece que superan el II grado.
La exposición y el compromiso que implicaba seguir nos pegó un buen rapapolvo que nos envió de nuevo hacia la horcada convencidos de que por esta vía lo que habíamos visto para llegar a la cima no eran pasos de II.
Bajamos el pedrero reafirmándonos en que cualquier pico, por modesto que pueda parecer, siempre nos acaba poniendo en nuestro sitio. Pero cuando todo parece que se acaba apagando, en este caso nuestra moral, siempre hay una voluntad que tira de las demás, una voz que nos da más esperanzas de conseguir lo que habíamos ido a buscar. En este caso fue Helio el que nos animó con su tesón en conseguir esa cima que se nos resistía y volvimos a remontar el sufrido pedrero, pero esta vez hasta la menos acogedora horcada de la derecha. Por fin, una vez que llegamos al resalte acuevado que veíamos desde abajo sin apreciar si había salida o no, una pequeña canal oculta y en zigzag nos da la opción de superarlo. Llegamos sin contratiempo a la horcada, encontrándonos ya muy cerca de la cumbre y con la moral renacida contemplando lo que nos queda. Después de superar un pequeño morro, pasamos por una vira algo expuesta como mayor dificultad, que da a la vertiente del Jou de Pozas. Helio pasando por la vira. A veces nos daba la impresión de que el pico nos iba a echar para atrás… Pero la tensión acabó cediendo y una protegida chimenea nos condujo a la cima de la Torre de las Tres Marías Norte a la que ya habíamos dada por perdida hacía menos de una hora. Desde la cima, la chimenea que nos llevó hasta aquí parece ahora una bajada a ninguna parte. Otra sorpresa más que nos regala la montaña y que acaba reconciliándonos con ella.
Saboreamos la satisfacción del esfuerzo recompensado y de la incertidumbre resuelta, esta vez a nuestro favor. Torre de la Canal Parda, Traviesos, Piedralengua y al fondo el Macizo Central. La impresionante cumbre de la Torre de Enmedio. Vista de nuestro itinerario Vista desde el Jou Santu de nuestro primer intento frustrado. Ya de vuelta y en la base del pedrero nos despedimos de nuestro compañero Helio. A él le queda una breve travesía hasta Vega Huerta y a nosotros una larga vuelta a Pandecarmen en la que nos redimimos con creces del encierro sufrido esta primavera.
Las fotos son de Helio y nuestras. Esperamos que os guste
Track disponible en Wikiloc
En esos días, extraños y desconocidos para todos, surgió un proyecto que nos ayudó a seguir conectados a nuestras montañas y a seguir con las puertas, por lo menos las de nuestra imaginación, más abiertas que nunca. Y por fin, después de este obligado encierro, la criatura salió a la luz y el proyecto de dosmiles de Picos de Europa ya está publicado en este foro: Enlace a Dosmiles de Picos
Cuando por fin ya pudimos cruzar el umbral de aquel penoso encierro, nuestra motivación más acuciante fue la de tratar de ascender algunos de aquellos dosmiles que fuimos descubriendo y conociendo a través de pantallas de ordenador, de mapas y de releer viejos libros ya casi olvidados.
El primero que quisimos tachar de nuestra lista de pendientes fue la Torre de las Tres Marías Norte, 2.349 m (en este enlace podéis documentaros sobre ella): Torre de Las Tres Marías Norte
Un pico ignorado y olvidado de manera incomprensible al que hemos querido rescatar del olvido (en este otro enlace encontraréis la argumentación del porqué de su topónimo): Torres de Las Tres Marías. Argumentación
Sabíamos que la aproximación iba a ser larga y que luego nos deparaba la incertidumbre de acometer su vía de ascenso. Encontramos pocas referencias y coincidían en catalogar los pasos claves de II grado.
Y con la mochila cargada más de ganas que de certezas, salimos de Pandecarmen con Helio a las 8:00 h de un viernes en el que la predicción de las temperaturas no era muy alta. Los tres no llevábamos el mismo destino final. Nosotros volveríamos de nuevo a casa pero Helio llevaba equipaje para pernoctar en Vega Huerta y apuntarse otros dosmiles más de nuestra recién estrenada lista.
La temperatura fresca nos dio impulso suficiente para llegar apenas sin esfuerzo hasta el Mosquil de Cebolleda. Para evitar perder altura,continuamos por el sendero que va hasta la Hda. Santa María y en el momento en que éste empieza a subir, nos desviamos a la derecha por una zona de llambrias hacia la Horcada del Alba, al lado de la Torrezuela.
Desde la Horcada del Alba seguiremos por una espectacular vira, que en algún sube y baja con alguna trepada incluida, nos va a llevar hasta el pedrero situado en la base de la Torre de las Tres Marías Norte. Esta vira se suele utilizar para ascender al Torco desde esta vertiente. No es problemática pero sí muy expuesta por lo que no hay que distraerse en ningún momento… la vertiginosa caída al Jou de Pozas está siempre al acecho. Una vez que llegamos al punto donde hay que abandonar la vira para llegar al pedrero que discurre entre la Torre de Enmedio y la T. de las Tres Marías Norte nos damos cuenta de que unas llambrias nos separan del mismo.
Se superan sin ningún problema con un poco de cuidado. Ya estamos en el pedrero. Muchas dudas nos asaltan mirando las dos aristas del pico. El acceso a la horcada de la derecha, entre la T. de las Tres Marías Norte y la Torre de la Tres Marías Central, es poco visible desde donde estamos. Hay un resalte acuevado por debajo de horcada que nos hace desconfiar de esta opción y decidimos ir hacia la arista de la izquierda atraídos por la cómoda horcada que se abría entre la Torre de Enmedio y la María Norte. Una vez en la horcada, admiramos la impresionante vertiente hacia el Jou Santu. Pero también nos replegamos ante la visión de la arista que lleva hasta la cumbre y que no nos da ninguna tranquilidad. La empicorotada cima y su intuido acceso por la vertiente del Jou Santu ya nos estaba avisando de que la exposición iba a ser nuestra compañera sí o sí. Pero como los caminos en Picos son a veces sorprendentes e incluso llegan a ser acogedores cuando menos te lo esperas, después de casi cuatro horas hasta llegar aquí no íbamos a tirar la toalla rápidamente y confiábamos en que alguna grieta, alguna repisa oculta que nos protegiera de la vertiginosidad de la caída al Jou Santu y nos facilitara el camino a la cumbre.
Decidimos ir hacia una pequeña “campera” colgada sobre el vacío. LLegamos hasta un punto en que el retorno iba a ser muy complicado si progresábamos más arriba. La línea amarilla indica nuestro intento y la línea roja otra posible opción que no llegamos a comprobar y ambas nos parece que superan el II grado.
La exposición y el compromiso que implicaba seguir nos pegó un buen rapapolvo que nos envió de nuevo hacia la horcada convencidos de que por esta vía lo que habíamos visto para llegar a la cima no eran pasos de II.
Bajamos el pedrero reafirmándonos en que cualquier pico, por modesto que pueda parecer, siempre nos acaba poniendo en nuestro sitio. Pero cuando todo parece que se acaba apagando, en este caso nuestra moral, siempre hay una voluntad que tira de las demás, una voz que nos da más esperanzas de conseguir lo que habíamos ido a buscar. En este caso fue Helio el que nos animó con su tesón en conseguir esa cima que se nos resistía y volvimos a remontar el sufrido pedrero, pero esta vez hasta la menos acogedora horcada de la derecha. Por fin, una vez que llegamos al resalte acuevado que veíamos desde abajo sin apreciar si había salida o no, una pequeña canal oculta y en zigzag nos da la opción de superarlo. Llegamos sin contratiempo a la horcada, encontrándonos ya muy cerca de la cumbre y con la moral renacida contemplando lo que nos queda. Después de superar un pequeño morro, pasamos por una vira algo expuesta como mayor dificultad, que da a la vertiente del Jou de Pozas. Helio pasando por la vira. A veces nos daba la impresión de que el pico nos iba a echar para atrás… Pero la tensión acabó cediendo y una protegida chimenea nos condujo a la cima de la Torre de las Tres Marías Norte a la que ya habíamos dada por perdida hacía menos de una hora. Desde la cima, la chimenea que nos llevó hasta aquí parece ahora una bajada a ninguna parte. Otra sorpresa más que nos regala la montaña y que acaba reconciliándonos con ella.
Saboreamos la satisfacción del esfuerzo recompensado y de la incertidumbre resuelta, esta vez a nuestro favor. Torre de la Canal Parda, Traviesos, Piedralengua y al fondo el Macizo Central. La impresionante cumbre de la Torre de Enmedio. Vista de nuestro itinerario Vista desde el Jou Santu de nuestro primer intento frustrado. Ya de vuelta y en la base del pedrero nos despedimos de nuestro compañero Helio. A él le queda una breve travesía hasta Vega Huerta y a nosotros una larga vuelta a Pandecarmen en la que nos redimimos con creces del encierro sufrido esta primavera.
Las fotos son de Helio y nuestras. Esperamos que os guste
Track disponible en Wikiloc
Última edición por Dobra2 el Jue Dic 24, 2020 7:03 pm, editado 5 veces en total.
Los Dobra
Re: Torre de las Tres Marías Norte: Rescatada del olvido
Estoy completamente de acuerdo con las reflexiones iniciales de mis compañeros, sobre el confinamiento, y ese proyecto que sacamos adelante durante el mismo.
La verdad es que este trabajo sobre los Dosmiles de Picos a mi me ha servido para aprender mas sobre nuestros Picos y para ampliar el terreno de juego y esta primera prueba ha sido muy gratificante.
La ruta la han explicado perfectamente mis compañeros a los que agradezco que se ocupen de ese duro trabajo de escribir para el Foro.
Al final, se puede concluir que, a pesar de toda la teoría, de todo lo escrito, todavía queda lugar para la sorpresa y el conocimiento propio.
Que lo disfruteis.
Un saludo
La verdad es que este trabajo sobre los Dosmiles de Picos a mi me ha servido para aprender mas sobre nuestros Picos y para ampliar el terreno de juego y esta primera prueba ha sido muy gratificante.
La ruta la han explicado perfectamente mis compañeros a los que agradezco que se ocupen de ese duro trabajo de escribir para el Foro.
Al final, se puede concluir que, a pesar de toda la teoría, de todo lo escrito, todavía queda lugar para la sorpresa y el conocimiento propio.
Que lo disfruteis.
Un saludo
Hay dos clases de hombres: los que viven hablando de las virtudes y los que se limitan a tenerlas.
Antonio Machado
Antonio Machado
Re: Torre de las Tres Marías Norte: Rescatada del olvido
Potente actividad .Hay que estar fuerte física y mentalmente para enfrentase a ella . Enhorabuena al grupo y que no pare la “ fiesta”
Re: Torre de las Tres Marías Norte: Rescatada del olvido
Pues me alegra mucho ver que pudisteis aclarar el misterio de la subida de la María Olvidada. Y con reportaje completo y todo, para ponerlo fácil a los siguientes. A ver si en alguna de éstas me acerco yo y desfago el entuerto de pasar veces por ahí sin casi mirar por ella.
- Treparriscos
- Mensajes: 991
- Registrado: Sab Feb 04, 2006 10:15 pm
Re: Torre de las Tres Marías Norte: Rescatada del olvido
Desde luego, el trabajo llevado a cabo con los "Dosmiles de Picos" ha sido enriquecedor en muchos aspectos. Hemos aprendido cosas nuevas y nos hemos dado cuenta de que otras que hemos dado por sentado durante años carecen en realidad de base sólida.
La ascensión de Helio y los Dobra es la continuación lógica de dicho aprendizaje y su post, un esfuerzo más para la divulgación de lo aprendido.
Saludos.
La ascensión de Helio y los Dobra es la continuación lógica de dicho aprendizaje y su post, un esfuerzo más para la divulgación de lo aprendido.
Saludos.
Re: Torre de las Tres Marías Norte: Rescatada del olvido
Enhorabuena por esa ascensión. Mucha roca queda ppr redescubrir.
- puertochico
- Mensajes: 1594
- Registrado: Vie Feb 21, 2003 5:29 pm
- Ubicación: Santander
Re: Torre de las Tres Marías Norte: Rescatada del olvido
Tenéis la virtud de mantenerme en vilo en vuestros reportajes, y este no ha sido menos. Podéis estar seguros que ni lo voy a intentar; con el rato que me habéis hecho pasar tengo suficiente, pero... ¡quien pudiera!
saludos desde La Montaña.
víctor.
(In honorem) - Se ha de volver.
víctor.
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