El viernes cogimos el teleférico y a las 10:25 empezamos la larga caminata. Un día soleado, aunque frío, perfecto para caminar. La nieve en buenas condiciones al principio, no pusimos los crampones hasta el desvío de Peña Vieja… Pasamos por Cabaña Verónica, pero ni paramos, y continuamos hasta la Collada Blanca. Hasta aquí bastante rápidos, sobre todo porque había huella y la seguimos casi siempre.
1. Caminando hacia la Vueltona

2. Por la zona de Villa Ratón, el Tesorero al fondo

3. Pasando cerca de Cabaña Verónica

4. El San Carlos, con su corredor norte

5. Llegando a la Collada Blanca

Desde aquí hasta La Palanca y Jermoso nos tocó abrir huella. Sabía que teníamos que perder altura para luego remontar hasta el collado entre La Palanca y la Torre de la Celada. Pero Juan se empeñó en atajar y alcanzamos la arista a unos 80 m por encima del collado, por una rampa que por algunos momentos se ponía muy pindia. Desde aquí nos quedaban unos 200 m de desnivel hasta la cumbre por una larga arista al principio ancha y asequible, pero que en los metros finales se hacía comprometida. Es increíble como cambia todo del verano al invierno.
6. El Hoyo Tras Llambrión y Tiro Callejo

7. En el Hoyo Grande Cimero

8. La cara norte del Tesorero

9. Juan ante la cara norte de La Palanca

10. Enfilando para coger la arista cimera

11. Mirando a ver por donde escalan los máquinas

12. Nos encontramos con sitios curiosos como estos

13. Antes de la arista la pendiente es fuerte

14. Torre de la Celada

15. Ahora toca afrontar los últimos 200 m de desnivel

16. Peña Santa aparece por la otra vertiente

Cuando solo nos quedan unos 50 m para la cima el estado de la nieve es mala formando zuecos en los crampones en cada pisada, por lo que tuvimos que extremar la precaución. Alcanzamos la cima a las 15:30, después ya solo nos quedaban unos 600 m de bajada hasta el refugio.
17. Solo nos quedan unos 50 m para la cima

18. Cima, con el Llambrión asomando por detrás

19. Contemplando el Occidental

20. Nos despedimos de la cima, el valle de Valdeón cubierto de nubes

21. La reina del Occidental

Todo el descenso fue muy lento por el peligro de los zuecos. Lo realmente interesante fue que a medida que bajábamos las nubes iban subiendo y a unos 2.300 m ya estábamos envueltos en una espesa niebla que nos hizo entrar en serias dudas. Tirando de altímetro conseguimos bajar hasta la altura del refugio y después girar en dirección a la Torre Jermosa. Toda esa travesía nos costó bastante y llegamos al refugio prácticamente anocheciendo, y menos mal porque un vivac por allí nos podía haber hecho pasar una mala noche.
El refugio está genial, se ve que no es frecuentado en cuanto los guardas se marchan de vacaciones… y allí pudimos descansar perfectamente. Gracias Pablín por tus indicaciones.
22. Parón para picar algo a unos 2.500 m, las nubes van subiendo

23. Lo más empinado de la bajada está atrás

24. Llegando al refugio ya anocheciendo y con espesa niebla

25. Disfrutando del acogedor saloncito del refugio

Continúa...