Etapa 15 (y última): Outeiro - Santiago de Compostela, 16,3 Km
La etapa más corta de este Camino (emocionante etapa, con sentimientos contradictorios de alegría y tristeza nostálgica) y, a pesar de ello, el mayor madrugón (5h45'), porque siempre me ha gustado llegar pronto a Santiago para poder cumplir bien con todos los ritos.
Anunciaban tiempo despejado, pero... no habían dicho nada de la niebla, que dificultó bastante orientarse al principio de la etapa a la luz del frontal, con un ambiente fantasmagórico.
Un poco mareante el trazado del Camino al aproximarse a Santiago, con muchos desvíos a izquierda y a derecha.
Al llegar a Angrois cruce de un puente, sobre las vías del tren, lleno de patéticos y dramáticos recuerdos del tremendo accidente ferroviario de julio del 2013.
En el mismo Angrois, en una subida antes de dar vista a Santiago, último cafecito del Camino (generosamente regado de orujo) con el último carajito (bien dosificadas hasta el final mis especiales "barritas energéticas") en un acogedor bar "de pueblo".
Y, al llegar al alto, con una mañana todavía algo neblinosa, ¡las torres de la Catedral a la vista! Como el Monte del Gozo de este Camino que entra desde Orense, nunca había llegado a Santiago por aquí:

A partir de aquí, bajada hasta cruzar el río Sar, emocionante subida hasta la esplendorosa plaza del Obradoiro, y una vez más (y van... 7: dos en bicicleta, corriendo por relevos con amigos desde Roncesvalles hasta Santiago, andando por el Camino Francés desde Saint Jean Pied-de-Port hasta Finisterre, por el Camino del Norte pasando por mi pueblo natal, por el Primitivo, por el de la Costa, ... y esta vez por el Sanabrés) ¡Santiago en mis ojos!:
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Y a cumplir con todos los ritos: fotografías, recuedos a amigos desaparecidos, ...
Reunión con los nuevos amigos de este Camino (Luisa la sevillana, Antonio el manchego, Antonio el malagueño, Pedro el portugués, José Luis el navarro) y a seguir con los ritos: más fotografías, conseguir albergue y librarse de la fiel mochila, abrazo al apóstol, Misa del Peregrino, conseguir la Compostela, ... y celebrar la llegada con los amigos: birras, pulpo, Ribeiro, orujo, ...
Después hacerse con billete de tren para la vuelta a casa (punzadas ya de temprana nostalgia de Caminos) y cena de despedida con los amigos peregrinos, aprovechando para hacerse con otra concha de vieira... por si hubiera otros Caminos.
Y final. ¿Final?