La Vía de la Plata – Etapa 21
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- Pepe García
- Mensajes: 9520
- Registrado: Mié Nov 30, 2005 11:38 pm
- Ubicación: Asturianu en Valladolid
La Vía de la Plata – Etapa 21
Viene de:
http://www.foropicos.net/viewtopic.php?f=18&t=31451
29-05-2017: Granja de Moreruela (6h30') - Tábara (12h05') - 27,3 Km (GPS) - 25,3 Km (Guía)
Después de la visita de la familia, me parecía que comenzaba un nuevo Camino. Y en cierto sentido así era, porque iniciaba el Camino Sanabrés. Ya había andado por él dos años antes, cuando salí hacia Santiago desde Valladolid. De modo que me metía en lo ya más o menos conocido. De todas formas, como ya se sabe, nadie hace dos veces el mismo camino. Además, la vez anterior había comenzado esta etapa en Villalpando y la había terminado en Faramontanos de Tábara, haciendo 43 Km. Esta vez comenzaba en Granja de Moreruela (por donde la vez anterior no había pasado) y probable y lógicamente la terminaría más alla de Faramontanos.
Llevaba un trasto menos: había enviado la esterilla (que no había empleado ni seguramente necesitaría emplearla ya) a casa por la familia. También me habían traído unas nuevas zapatillas. De todas formas decidí no tirar todavía las viejas aunque tuvieran una suela para el arrastre -muy desgastada-, seguían siendo muy cómodas.
Saliendo de Granja de Moreruela, con el día todavía “borroso”, amenazaba lluvia. Ya había llovido bastante durante la noche:
Un camino muy solitario por una pista de tierra, bien señalizado:
El sol fue apareciendo, pero no se lo vería mucho ese día:
Al poco rato comenzó a llover, no mucho pero lo suficiente para tener que ponerme la capa. El camino siguió bastante monótono por la pista, con varias pendientes y largas rectas:
Y por fin llegué a lo ya conocido (enlazando con una carretera por la que había llegado de Villafáfila dos años antes): el Puente de Quintos sobre el río Esla:
La vez anterior ya llevaba muchos kilómetros y continué por la carretera. Esta vez, sólo cruzar el puente tomé a la izquierda un desvío señalizado:
Es un camino bastante escabroso -incluso con riesgo de caerse para quien no esté habituado a andar por tales sitios- que baja hasta el nivel del agua y después comienza a subir, bastante tomado por las jaras (no todos los peregrinos deben meterse por allí):
Se sube y se sube y la vista sobre el Esla y su pantano se hace más amplia al llegar a lo alto:
Por allí desaparecían las señales jacobeas y el camino se desdibujaba (efectivamente debe ser poco transitado) y tuve bastantes dudas de llevar la dirección correcta. Afortunadamente fueron apareciendo algunos hitos de piedras:
Con pocas señales y alguna duda de si iba bien o no, tardé un buen rato en salir de una zona boscosa de encinas hasta salir a una zona despejada en la que ya vi a lo lejos lo que podría ser Faramontanos de Tábara:
Aplicando el zoom a la cámara, así parecía ser (no había ningún otro posible pueblo por allí):
Pero sin el zoom la distancia real era mucho mayor: una recta pista interminable (recordé otra recta interminable de cuando llegué por carretera dos años antes):
Y por fin en Faramontanos de Tábara:
Sabía que había un bar en el que había cenado en aquél Camino anterior. En esta ocasión era buen sitio para el café y el carajito:
Continúa.
http://www.foropicos.net/viewtopic.php?f=18&t=31451
29-05-2017: Granja de Moreruela (6h30') - Tábara (12h05') - 27,3 Km (GPS) - 25,3 Km (Guía)
Después de la visita de la familia, me parecía que comenzaba un nuevo Camino. Y en cierto sentido así era, porque iniciaba el Camino Sanabrés. Ya había andado por él dos años antes, cuando salí hacia Santiago desde Valladolid. De modo que me metía en lo ya más o menos conocido. De todas formas, como ya se sabe, nadie hace dos veces el mismo camino. Además, la vez anterior había comenzado esta etapa en Villalpando y la había terminado en Faramontanos de Tábara, haciendo 43 Km. Esta vez comenzaba en Granja de Moreruela (por donde la vez anterior no había pasado) y probable y lógicamente la terminaría más alla de Faramontanos.
Llevaba un trasto menos: había enviado la esterilla (que no había empleado ni seguramente necesitaría emplearla ya) a casa por la familia. También me habían traído unas nuevas zapatillas. De todas formas decidí no tirar todavía las viejas aunque tuvieran una suela para el arrastre -muy desgastada-, seguían siendo muy cómodas.
Saliendo de Granja de Moreruela, con el día todavía “borroso”, amenazaba lluvia. Ya había llovido bastante durante la noche:
Un camino muy solitario por una pista de tierra, bien señalizado:
El sol fue apareciendo, pero no se lo vería mucho ese día:
Al poco rato comenzó a llover, no mucho pero lo suficiente para tener que ponerme la capa. El camino siguió bastante monótono por la pista, con varias pendientes y largas rectas:
Y por fin llegué a lo ya conocido (enlazando con una carretera por la que había llegado de Villafáfila dos años antes): el Puente de Quintos sobre el río Esla:
La vez anterior ya llevaba muchos kilómetros y continué por la carretera. Esta vez, sólo cruzar el puente tomé a la izquierda un desvío señalizado:
Es un camino bastante escabroso -incluso con riesgo de caerse para quien no esté habituado a andar por tales sitios- que baja hasta el nivel del agua y después comienza a subir, bastante tomado por las jaras (no todos los peregrinos deben meterse por allí):
Se sube y se sube y la vista sobre el Esla y su pantano se hace más amplia al llegar a lo alto:
Por allí desaparecían las señales jacobeas y el camino se desdibujaba (efectivamente debe ser poco transitado) y tuve bastantes dudas de llevar la dirección correcta. Afortunadamente fueron apareciendo algunos hitos de piedras:
Con pocas señales y alguna duda de si iba bien o no, tardé un buen rato en salir de una zona boscosa de encinas hasta salir a una zona despejada en la que ya vi a lo lejos lo que podría ser Faramontanos de Tábara:
Aplicando el zoom a la cámara, así parecía ser (no había ningún otro posible pueblo por allí):
Pero sin el zoom la distancia real era mucho mayor: una recta pista interminable (recordé otra recta interminable de cuando llegué por carretera dos años antes):
Y por fin en Faramontanos de Tábara:
Sabía que había un bar en el que había cenado en aquél Camino anterior. En esta ocasión era buen sitio para el café y el carajito:
Continúa.
- Pepe García
- Mensajes: 9520
- Registrado: Mié Nov 30, 2005 11:38 pm
- Ubicación: Asturianu en Valladolid
Re: La Vía de la Plata – Etapa 21
Sigue:
Esta vez había que seguir camino:
“Faramontanos”, tierras colonizadas por foramontanos, gentes del Norte de más allá de las montañas:
En este polideportivo había dormido (todo él para mí solo) la vez anterior:
Camino a Tábara, donde seguramente terminaría esta etapa.
Cruzando las obras del AVE, contra el que echan bastantes pestes los lugareños. A ellos no les va a aportar nada y les crea bastantes problemas y destrozos:
Tábara a la vista:
Un curioso polígono industrial sin ninguna industria:
De allí veníamos y para allá íbamos. Aún había bastantes kilómetros por delante:
Tábara, recordé cuando la había pintado:
La otra vez estuve en Tábara sólo el tiempo necesario para tomar un cafetito y visitar a León Felipe. Esta vez conocería el albergue, situado un poco lejos, en la zona más alta del pueblo:
Un buen albergue, con un “buen” hospitalero. Me explicaré:
Es un hospitalero muy amable, pero muy mandón. Quería lavar mi ropa en lavadora con la de otros peregrinos. Yo me resistí (me gusta lavarla yo a mano, tenderla y controlarla) y no pareció gustarle mucho. Tampoco dejaba que nadie se acercara a la cocina, que la tiene “cercada”, sólo para él. Se mostraba muy servicial, pero yo, francamente, prefiero los sitios en los que me dejan libertad para organizarme a mi aire. Afortunadamente no necesitaba cocinar, llevaba algo muy rico que me había dejado la familia el día anterior:
Y toda la tarde libre para andar por el pueblo, visitar a León Felipe (volví a escuchar “Vencidos”, con Serrat, y “¡Qué lástima!”, con Héctor Alterio), tomar otro cafecito, anotar cosas, …:
La vez anterior había dado un buen rodeo, debido a las obras del AVE, al salir de Tábara. Me fui a investigar por allí y, con la ayuda de un señor con ovejas muy majo (que incluso me devolvió al pueblo con su furgoneta) que me orientó, descubrí la forma de ahorrarme el rodeo al día siguiente.
El cielo estaba espectacular:
Curiosa calle (de todas formas no vi por allí a ninguna moza):
Un nido con habitantes al lado del albergue:
No se podía uno acercar (ni para lavar nada) a la cocina, pero el hospitalero, muy amable, preparó cena. Había algún otro peregrino, ya más o menos conocido. También estaban los dos vitorianos, pero habían “huído”, a cenar a su aire:
El hospitalero nos “obsequió” después de cenar con una proyección “algo” larga. No se podía uno negar. Anunció que prepararía desayuno a la mañana siguiente, a una hora determinada. Yo le avisé que no estaría (no le gustó mucho), quería salir un poco antes y desayunar lo habitual, quitándome peso.
Al día siguiente me esperaba más agradable Camino Sanabrés, con más variantes a lo ya conocido.
Continúa en:
http://www.foropicos.net/viewtopic.php?f=18&t=31477
Esta vez había que seguir camino:
“Faramontanos”, tierras colonizadas por foramontanos, gentes del Norte de más allá de las montañas:
En este polideportivo había dormido (todo él para mí solo) la vez anterior:
Camino a Tábara, donde seguramente terminaría esta etapa.
Cruzando las obras del AVE, contra el que echan bastantes pestes los lugareños. A ellos no les va a aportar nada y les crea bastantes problemas y destrozos:
Tábara a la vista:
Un curioso polígono industrial sin ninguna industria:
De allí veníamos y para allá íbamos. Aún había bastantes kilómetros por delante:
Tábara, recordé cuando la había pintado:
La otra vez estuve en Tábara sólo el tiempo necesario para tomar un cafetito y visitar a León Felipe. Esta vez conocería el albergue, situado un poco lejos, en la zona más alta del pueblo:
Un buen albergue, con un “buen” hospitalero. Me explicaré:
Es un hospitalero muy amable, pero muy mandón. Quería lavar mi ropa en lavadora con la de otros peregrinos. Yo me resistí (me gusta lavarla yo a mano, tenderla y controlarla) y no pareció gustarle mucho. Tampoco dejaba que nadie se acercara a la cocina, que la tiene “cercada”, sólo para él. Se mostraba muy servicial, pero yo, francamente, prefiero los sitios en los que me dejan libertad para organizarme a mi aire. Afortunadamente no necesitaba cocinar, llevaba algo muy rico que me había dejado la familia el día anterior:
Y toda la tarde libre para andar por el pueblo, visitar a León Felipe (volví a escuchar “Vencidos”, con Serrat, y “¡Qué lástima!”, con Héctor Alterio), tomar otro cafecito, anotar cosas, …:
La vez anterior había dado un buen rodeo, debido a las obras del AVE, al salir de Tábara. Me fui a investigar por allí y, con la ayuda de un señor con ovejas muy majo (que incluso me devolvió al pueblo con su furgoneta) que me orientó, descubrí la forma de ahorrarme el rodeo al día siguiente.
El cielo estaba espectacular:
Curiosa calle (de todas formas no vi por allí a ninguna moza):
Un nido con habitantes al lado del albergue:
No se podía uno acercar (ni para lavar nada) a la cocina, pero el hospitalero, muy amable, preparó cena. Había algún otro peregrino, ya más o menos conocido. También estaban los dos vitorianos, pero habían “huído”, a cenar a su aire:
El hospitalero nos “obsequió” después de cenar con una proyección “algo” larga. No se podía uno negar. Anunció que prepararía desayuno a la mañana siguiente, a una hora determinada. Yo le avisé que no estaría (no le gustó mucho), quería salir un poco antes y desayunar lo habitual, quitándome peso.
Al día siguiente me esperaba más agradable Camino Sanabrés, con más variantes a lo ya conocido.
Continúa en:
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Última edición por Pepe García el Mié Nov 08, 2017 9:31 pm, editado 1 vez en total.
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Re: La Vía de la Plata – Etapa 21
Recordaba de algún reportaje anterior la iglesia de Tábara. Sobre todo por el tamaño de la torre, desproporcionadamente grande comparado con el resto del templo
Carlos Gil
carlos.gilcachon@movistar.es
carlos.gilcachon@movistar.es
Re: La Vía de la Plata – Etapa 21
Curioso hospitalero con el que te has encontrado
Re: La Vía de la Plata – Etapa 21
Pues es una pena que no todos los peregrinos se metan por allí porque es de los tramos más bonitos, con las vistas del pantano.Pepe García escribió:
Es un camino bastante escabroso -incluso con riesgo de caerse para quien no esté habituado a andar por tales sitios- que baja hasta el nivel del agua y después comienza a subir, bastante tomado por las jaras (no todos los peregrinos deben meterse por allí):
Aquí un bicigrino que se metió por allí y que engañó a un catalán a acompañarle...
- Pepe García
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- Registrado: Mié Nov 30, 2005 11:38 pm
- Ubicación: Asturianu en Valladolid
Re: La Vía de la Plata – Etapa 21
Carlos, sí es curiosa la desproporción.
Pocholo, ya sabes, hay de todo en los Caminos. Y bueno, este señor desde luego hace muchas cosas por los peregrinos.
Javi, tiene que ser complicado meter una bici con alforjas por ahí. En una de las fotos de acercamiento a Faramontanos se ve un puntito, es un peregrino en bici que me pasó.
Saludos, amigos.
Pocholo, ya sabes, hay de todo en los Caminos. Y bueno, este señor desde luego hace muchas cosas por los peregrinos.
Javi, tiene que ser complicado meter una bici con alforjas por ahí. En una de las fotos de acercamiento a Faramontanos se ve un puntito, es un peregrino en bici que me pasó.
Saludos, amigos.
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